Xaque mate en catro pasos “non comentes nada”

Jaque-MateMarina Losada Vicente. 13,25 h. No lugar de Tallos, Dodro, María desafógase coa súa cuñada Rita. Non comentes nada. O xenro vén de Bastavales, de estar coa nai. Súa irmá Sagrario ten un cancro terminal, adiantoullo o especialista. Dado o seu cadro médico pedirán axuda da psicóloga para dicirllo.

14,00 h., Rita, non comentes nada, alíviase na filla que foi visitala a Burés.

14,30 h. A filla de Rita, en chegando a Rianxo, non comentes nada, baleira o peso no seu home Andrés.

15.45 h. Na alameda de Padrón, Andrés atopa a Roxelio e a unha amiga deste. Rosalía na pedra e as campás no ar, repenican confidencias. Aflixido conta a desgraza de que unha tal Sagrario de Bastavales, de trinta anos de idade, ten un cancro terminal antes de que Roxelio tivera a oportunidade de presentarlla.

10 comentarios en “Xaque mate en catro pasos “non comentes nada”

  1. Marina: Bien dicen que la prudencia es “la madre de todas las virtudes”. Yo optaría por la prudencia como, en este caso, has hecho tú.- De cobarde nada-. Se dan situaciones, como la que me acabas de comentar; donde no es el primero que le dice a su mujer que la persona que se lo había contado, era porque estaba enamorada de él. Imagínate la que se podía armar, entre dos amigas, por culpa de un sinvergüenza que deseaba “salir ileso del trance”.
    Y no veas si yo le diera a la lengua, en aquel entonces, a mi historia…! Se armaría una, que ni la batalla de San Quintín.- Me pondrían “patas arriba” y cogiéndome por las piernas (muy brutos y yo muy delgadita) me aplicarían el viejo dicho que suelen usar por la zona de Pontevedra; cuando quieren lograr, sonsacar algún secreto a alguien. Y que te transcribo literalmente: “jomita Fandiño que che fai bien”.
    Y esto es todo. Gracias por tu amable y sincera respuesta. Un beso.

  2. Bo día, Naty: Non sei que dicirche. Souben hai tempo da infidelidade do seu home a unha amiga. Non llo dixen. Considerei que ela prefería non sabelo. Acabaron separándose por outras causas. O caso é que nin hoxe sei se fixen ben. A cabeza dime que fun cobarde. O sentido, que fun prudente. E no que escribes que nos pobos pequenos nos coñecemos todos, comprobei de primeira man que nas ciudades cada barrio ou cada rúa ben sendo un pobo pequeno no que tamén se coñecen todos e todas. Coincido plenamente en que a vida dos demais merece un respecto absoluto. Bicos.

  3. Apreciada Marina: Como siempre, al acercarme por el Café Barbantia, me encontré con una de tus bellas y magníficas narrativas. Debo confesar que, en general, me transportan a la época de los calcetines; aunque en esta ocasión, se trate de esas personas un tanto “bocazas”que no saben guardar un secreto. Esto siempre existió, y sigue vigente, sobre todo, en los pueblos donde todos nos conocemos. – Lo curioso de todo esto es que, cuando te lo cuentan, lo primero que te dicen, es que no “comentes nada con nadie”, cuando ellas son las primeras en divulgarlo.- Podría, sobre el tema, contar grandes cosas, pero que solo me detendré en esta- que ahora te cuento-, porque considero es la más digna de mención por su envergadura. Tendría, en aquél entonces, 12 años y entrando en una casa, al abrir la puerta, me encontré con un espectáculo de “padre y señor mío”, ¡menudo panorama! Había una pareja fundida en un apasionado abrazo.- Normal entre un hombre y una mujer.- Lo anormal era que él estaba casado, y ella pendiente de hacerlo.-Reconozco que siempre he sido la representación de la discreción, aun siendo una adolescente.- Y aunque mi madre era de fiar, consideré que mientras el secreto fuera mío, no se divulgaría, no dejaría de ser secreto. ¡Imaginaros que esto trascendiera a las familias! Tal como las recuerdo, no dudo se liarían a “lagoñazos” unos y otros. Y más tarde vendrían a por mi, por chivata. Mi intención ha sido, siempre, llevar el secreto a la tumba.
    Termino diciendo que puedo contar mi vida, porque es mía, y a nadie compromete; ni siquiera a mi, si es la verdad. Pero la vida de los demás, para mi, es “SAGRADA”.
    Un abrazo desde Palmeira

  4. Alégrome de “escribirme” contigo, Carmen. Alégrome do teu erro. Eu son ave diurna, polo que é difícil que coincidamos. Despois das dez xa non hai muller! O do morbo… non deixa de ser unha obsesión enfermiza, deleitarse coas cousas desagradables da vida, sexana propias ou sexan alleas. Bicos.

  5. Querida Marina:
    El mío es un caso perdido. Estaba convencida de haber dejado mi comentario en el lugar que le correspondía. Si hasta lo releí… Al ver que no estaba publicado, he vuelto a enviarlo y ni por esas. Ha sido Magdalena la que me ha dado el toque de atención por wassap, mensaje que no he visto hasta hace un rato.
    Te pido perdón por el despiste. Menos mal que todo queda en casa.
    Un abrazo.

  6. Las malas noticias corren que vuelan, querida Marina. Esa es la tónica de la televisión que tanto repeles. Las buenas, parece que ocurren poco o no son de “cobiza”. ¡Cuánto morbo…!
    Me alegra haberme equivocado, porque así tengo ocasión de responder a tu simpática -aunque triste- narración fuera de mi horario habitual, a pesar de pagar el tributo de quemárseme el arroz. Por algo soy ave nocturna.
    Unha forte aperta.

  7. Ao ler o comentario que empeza “querido profesor” pensei en meu irmán e vendo o contido quedoume claro o erro. O que eu podo dicir do fútbol na televión é que mellor apagada, e de non poder ser, muda. Aí está a grandeza da vida… en que persoas tan diferentes teñamos puntos de encontro comúns. Saúdos, Carmen.

  8. Certo, Magdalena. A mellor maneira de gardar un segredo e que non cho conten. Na miña experiencia, a persoa que cho conta quere “vendelo” como unha parte necesaria da confianza mútua, cando en realidade o que está facendo e aliviar a súa pouca capacidade de reter as noticias relevantes. Bicos desde Rianxo.

  9. ” ¿ Parlez vous français ? ”
    ” ¿ Do you speak english ? ”
    ” ¿ Sprechen sie deutsch ?”
    ” ¿ Parlate italiano ? ”
    ” Fala vossa excelencia a língua de Camôes ? ”

    ¡ Nada! – dijo cariacontecido – no puedo contárselo a nadie.

    Queridísima Marina, nadie guarda mejor un secreto que aquel que lo ignora.

    Cariñosos besiños palmeiráns.

  10. Querido profesor:
    Lo que más me gustaba de los locutores de fútbol argentinos era cuando vociferaban aquellos goles interminables. Aquí también teníamos un Matías Prats, padre, que no les iba a la zaga en la retransmisión de un partido. Añoro las emisiones radiadas que podías escuchar en cualquier lugar en el que estuvieses y te enardecían, según el énfasis que el locutor les pusiese, sin que, muchas veces, nada tuviese que ver con lo que estaba ocurriendo en el campo. Daba lo mismo, porque no lo veías. Era algo así como los seriales radiados.
    Diego Armando Maradona…, un nombre mítico, sobre todo cuando era un muchacho de barriada humilde que quería ayudar a su familia, aunque en ocasiones se descontrolase, tal vez motivado por una popularidad mal asimilada unida a un manejo de dinero nunca por él soñado. Hoy le he perdido un poco la pista -y eso que tengo un nieto político argentino que conserva un retrato del jugador en un lugar relevante de la casa, pintado por el mismo cuando era un muchacho; aunque ahora se haya pasado a Messi, por el que nunca logré sentir gran simpatía-. Pero, con sus luces y sombras, sigue considerándosele el mejor jugador de todos los tiempos y como figura mediática no tiene par.
    Es mi humilde comentario que poco añade a los vuestros tan importantes.
    Un fuerte abrazo.

Deixa unha resposta

O teu enderezo electrónico non se publicará Os campos obrigatorios están marcados con *