Conversas de escaparate. Disfraces

Sin títuloFidel Vidal. -Seica se esqueceron de nós.

-Mellor. Só che quería dicir que a túa familia non me entusiasma. Nunca me gustou.

-Nin falta que fai.

-Non sei por que, pero así é. Non me entusiasman.

-Os entusiasmos pódelos reservar para mellores ocasións.

-Rexeito a hipocrisía. Digo o que penso.

-Eu tamén. E mete os pensamentos onde ti sabes.

-Non é para poñerse así, muller.

-A familia non ma toques.

-En realidade non me refería á familia enteira, senón particularmente a túa irmá.

-Mira ti por onde, foi ela, a miña irmá, quen me aconsellou vir cabo túa.

-Sempre que tropezamos dáse uns aires, anda demasiado estirada, nin que fose aseñoramarquesavaidevisita.

-Miña irmá non é nada fachendosa. Ao contrario.

-E ese pescozo de avestruz, que?

EE3.tmp-Esa imaxe de mirar por enriba do ombro venlle da súa timidez. É unha persoa extraordinariamente tímida. Xúrocho.

-Será. Pero tivo a ousadía de me dicir que non lle gustan os meus modais. E maiormente o descaro de que ensinaba demasiado as pernas. Nin que as tivese que agochar recolléndoas como as rodas dos avións.

-Créeme, só é un produto da educación recibida. Papá e mamá eran demasiado antigos. Uns atrasados en asuntos morais. Hoxe entrarían no listado dos represores, confésoo. Eles si que ían de señores marqueses.

-Queres dicir que a túa irmá, a señora marquesa, non é nin señora nin marquesa nin vai de visita?

-Iso mesmo. Vai disfrazada. Se lle arrincas a máscara, por debaixo descubrirás a cara dunha nena asustadiza.

6 comentarios en “Conversas de escaparate. Disfraces

  1. Muy apreciado Fidel: Agradezco tu simpática y pronta respuesta. Solo unas líneas para decirte que me he sentido muy identificada con la alumna de “los huevos”.
    Un cariñoso abrazo.

  2. Muy apreciado Fidel: Mis comentarios están relacionados con tu primera CONVERSAS DE ESCAPARATE-SANTUARIO-, pero como no hice la entrada en su día… Aún así, la enviaré porque su contenido puede encajar para responder a la segunda CONVERSAS DE ESCAPARATE-DISFRACES- de tu narrativa de ayer. ¡Ojalá acierte! Como trataba de marquesas estiradas…(sonrío)

    Esos maniquíes, parecen están hechos a medida, para aquellos que les agrada aparentar delante de quienes creen menos, y también de los que se creen más por aquello de: “mi capa todo lo tapa”. Sin pensar que en cualquier momento puede aparecer el “listillo” de turno que pueda decirles que “el buen traje no hace al monje” o bien “rascarle” un poquito en la solapa, para sacarle esa capa de barniz que muchos llevan debajo del traje, y aparezca la realidad de lo que muchos son, bajo la apariencia de esos trajes hechos por los grandes diseñadores de la moda masculina. Se ve, lo he visto, por eso me permito hablar con propiedad al respecto.- Aún así, recomiendo no juzgar a las personas por su aspecto externo, pues no siempre el exterior corresponde al interior. Es por lo que recuerdo ahora, muchas de las anécdotas vividas en mi vida laboral, de 34 años, en un Hospital de la Seguridad Social en Pontevedra. Las tengo a montones, pero ahora me viene esta a la memoria, porque creo es la más indicada a lo que he comentado arriba.
    Estaba con unos médicos- quiero aclarar que han sido mis mejores aliados, entre otros empleados del Hospital-, y surgió la anécdota cuando uno de ellos me dijo: Naty , eres como una radiografía porque, a poco de conocerte, sabemos como eres. Por cierto, una manera de ser que todos envidiamos pero, ¡ojo! así no se suele llegar muy lejos. Debo reconocer que, en cierto modo, tenían razón. Y aún viéndome descubierta en mi propia debilidad… Arremetí contra ellos- sin perder los buenos modales-, y les dije: pues yo a vosotros os conozco, como si os diera a luz. En el fondo deseé decirles como si os pariera-, pero como me consideraban sumamente educada- y yo también-, me pareció más cortés decírselo de aquella manera, pero añadiendo: solo me falta conocer vuestra cuenta corriente, y casi la imagino. Cuando llegué a ese punto, la reunión se disolvió diciendo entre ellos: Es una brujita, salgamos de aquí, lo sabe todo. Mucho me reí.
    Reconozco Fidel, que he sido una persona educada, discreta; y cumplidora de mi trabajo como ninguna. Luego, por si esto fuera poco… Las malas lenguas comentaban que era muy mona.

    He respetado a los más y a los que pudieran ser menos, dentro del rango laboral de cada uno, en el Hospital. Eso me abrió muchas puertas, en el mismo, a la hora de necesitar algo.
    ¡No me tildes de presuntuosa, por favor! Hablo por lo que decían los demás acerca de mí, como persona.- Siendo joven no habría hecho este comentario porque sin duda me tildarías, repito, de presuntuosa.

    Y termino porque te he dado la tabarra con mis historias. Disculpa.

    Un virtual y cariñoso abrazo, desde Palmeira.

    1. Un pracer, prezada Naty, ler as historias que nos contas e ás que chamas “tabarra”. Respecto de ser excesivamente educados (quer dicir, ben guaidos), venme á cabeza un vello chiste sobre un exame oral na Facultade de Farmacia, onde se lle pregunta a unha alumna que nomee un orgaismo rico en albúmina. Ao quedar dubidando un compañeiro apúntalle, baixiño, desde atrás: “Los huevos”. A educada rapaza, por respecto e penso que por mellor falada responde: “Los testículos”. Vendo o profesor a manobra do apuntador, dille á examinanda: “Señorita, si usted non fuera tan eduada acertaría en la respuesta”. Ao que a alumna , se esperar a máis,de súpeto espétalle: “Los cojones”.
      Seguro que non só as malas senón tamén as boas linguas concordaban no mona que eras, e segues a ser. Apertas e saúdos. E perdoa as miñas faltas, tanto as ortográficas como as de educación.

  3. Pois non pensas mal. Eran moito máis solemnes pero… Temos pouco amor sapientiae.
    Castae oscula et bona fides. Cura ut valeas.

  4. Buenos días, querido Fidel:
    Es un gustazo levantarse por la mañana y leer textos que te hacen dibujar la boca con forma de cuarto creciente.
    No sé si el escaparatista ha querido dar forma alegórica a esas dos profesionales de la estética como hizo nuestro don Ramón en “Divinas palabras”, pues parece que me suena eso de “señoramarquesavaidevisita”.
    Recordarás admirado Fidel, que Valle- Inclán le puso a Cánovas el disfraz de viejo sacristán y a Sagasta el de Séptimo Miau. Es posible que mi imaginación navegue por cauces diferentes a los del técnico en la estética de las modelos. Sea como fuere, el caso es pasarlo bien. Y acabo con una frase que si no me equivoco ya te la mandé hace tiempo; es esta: “Rías altas o rías bajas, el caso es que rías”, y … me he reído.
    Castos besiños palmeiráns.

    ÁTALE, DEMONÍACO CAÍN, O ME DELATA. Porque aún no está dEnUncIAdO.

    1. O caso é que riamos todos, atenta Magdalena. As Divinas Palabras do divino Valle eran máis divinas canto menos se entendían: de aí a caída do misterio ao retirarse o latín das celebracións dominicais. Vaia, penso eu.
      Castae oscula et salutem.

Deixa una resposta a Magdalena Cancelar a resposta

O teu enderezo electrónico non se publicará Os campos obrigatorios están marcados con *