No ceo non usan gafas

ollosX. Ricardo Losada. Tras colgar un comentario neste blog, Carmen engadiulle unha marabillosa posdata intentando xustificar a pouca coherencia do que acababa de escribir: Desde que he empezado a escribir este panfleto, se me ha quedado cuatro veces pegado a la pantalla del ordenador el puntero del ratón. Entre tanto: se ha achicharrado la comida (de ello he dado fe gráfica a Magdalena); he ido a la peluquería, he perdido las gafas; por ser el cuarto aniversario de la muerte de mi madre, a misa sin gafas; de la mañana a la noche, el teléfono y el wassap no han dejado de sonar… Y mejor no sigo con la lista de incidentes por no ser este el lugar adecuado.

     Como vedes, todos os detalles que conta Carmen teñen o encanto e o infortunio dos pequenos incidentes cotiáns. Calquera deles, para máis, dá para un texto ao mesmo tempo irónico e profundo, tenro e cruel, filosófico e poético. O punteiro do rato paralizado na pantalla do ordenador como a encarnación dunha musa que se nega a responder. A cara de Magdalena vendo no wasap en tempo real a comida chamuscada da súa íntima amiga sen poder facer nada. O momento en que Carmen se mira ao espello para ver o guapa que está co novo peiteado e descobre que non pode verse ben porque perdeu as gafas. O teléfono e o wasap como eficaz banda sonora desa traxicomedia que é vivir.

     Pero o que máis me gusta desa lista de incidencias é cando Carmen di que foi á misa do cuarto aniversario de súa nai sen gafas. Recordoume algo que se conta de Demócrito, e que moitos consideran unha lenda pero que a min me gusta pensar como un feito histórico incuestionable. Arrincou os ollos para poder ver mellor coa alma, e acabou descubrindo os átomos, eses átomos que os humanos só puidemos ver cos ollos vinte e cinco séculos despois. Do mesmo xeito, mentres lía a posdata, desexei que Carmen, sen gafas, vira a súa nai coa alma con moita maior nitidez que nas tres misas de aniversario anteriores. Esa nai, que se Carmen ten razón e Deus existe, todos os seres humanos, incluídos cegos e miopes, veremos algún día cos nosos propios ollos.

8 comentarios en “No ceo non usan gafas

  1. Acabo de leerte y la respuesta fisiológica facial se ha dejado sentir de inmediato; debo de tener la cara como un hierro incandescente. Muchas gracias, no me merezco tus elogios ni los de Mari Carmen.
    Desde mi tercera madurez, agradecidos y cariñosos abrazos palmeiráns.

  2. “Desde tu segunda madurez continúa encontrando botones para seguir confeccionando trajes filosóficos con bolsillos llenos de gafas para cuando Mari Carmen se descuide nuevamente y Demócrito cubra sus cuencas vacías con tu recuerdo”.
    Encantoume. Non me estraña que Carmen che defina como cronista de filósofos de altura que tampouco voa baixo.
    Máis apertas

  3. La necesidad de escribir y si es posible con humor es muy didáctica y provechosa para el espíritu, y si además se escribe para hacer amigos, mejor que mejor. Desde tu segunda madurez continúa encontrando botones para seguir confeccionando trajes filosóficos con bolsillos llenos de gafas para cuando Mari Carmen se descuide nuevamente y Demócrito cubra sus cuencas vacías con tu recuerdo.
    Un montón de átomos (aunque son indivisibles,con permiso de Demócrito, multiplicados) cargados de besos desde Palmeira.

  4. ¡Madre del Amor Hermoso…! ¿Quién me habrá mandado a mí meterme entre filósofos de altura y su cronista, que tampoco vuela bajo?

    Después de leer vuestros infundados elogios, ¿dónde diablos me escondo? Pero si no soy ni por asomos la persona que se ha inventado Magdalena… Me identifico con los despistes –eso queda bien patente-, lo demás es pura invención. El personaje que se ha sacado de la manga nada tiene que ver conmigo. (Ya me gustaría) Y para remachar el clavo, va y hace público mi deslavazado blog en el lugar menos indicado. (“Deus me colla confesada”).

    Con todo os lo agradezco de corazón, pues hasta se me ha elevado un poquito el ego con vuestros infundados elogios. El caso es que no sé si me habéis dejado noqueada o con la tensión por las nubes.

    Un abrazo a los dos.

  5. Prezada Magdalena:

    Para min é un pracer facer este tipo de artigos. E moitas veces non é sequera unha elección. Leo, vexo ou experimento un suceso e de súpeto teño a necesidade de escribir algo. Durante a miña primeira madurez (perdón pola expresión) prefería os temas abstractos e rexeitaba a concreción. Agora, na segunda madurez, prefiro chegar ao abstracto a partir de pequenos detalles ou incidencias, se pode ser con humor, moito mellor. Pero non quero renunciar á filosofía. Poder conectar a perda das gafas de Carmen con Demócrito é un goce inmenso para o meu espírito (perdón outra vez pola expresión).
    Grazas a ti por lerme. Non recordo quen dicía que escribía para facer amigos. Pois iso.
    Apertas rianxeiras

  6. Querido profesor: como le dije hace unas horas a Antón, aquí está Magda nuevamente delante del ordenador con las gafas de no sé cuantas dioptrías que utilizo para normalizar la visión . Nunca las pierdo como le ocurre a mi querida Mari Carmen, porque de lo contrario tendría que dejar de teclear y ahora que ya voy más rápida que “Correcaminos”- gracias a Barbantia- no quiero dejar de golpear estos botoncitos con letras y números, para contestar a tan ocurrentes y magníficos articulistas.
    Nuestra Mari Carmen es un poco despistadilla, pero gracias a eso, tiene un blog que es para mondarse de risa leyendo todas sus vicisitudes ocurridas desde años pasados, yo os lo recomiendo. palmeiralibre.wordpress.co Espero que me permitáis esta licencia, pero merece la pena que la ojeéis.
    Bueno, querido profe, después de esta introducción, decirte como siempre que tú, sacas un tema de debajo de la tierra, si es necesario. Ya te dije en una ocasión que si encuentras un botón ya tienes materia para confeccionar un traje. Me ha gustado mucho todo lo que escribes de Carmen y si la conocieras como yo la conozco, dirías que todos sus despistes son genialidades de artista. Hoy volvió a mandarme otra foto por wassap con la tartera negra como el carbón y la carne chamuscada. Yo me parto de risa con ella pero lo que ocurre, es que quiere hacer muchas cosas al mismo tiempo y hay ciertas cosas que requieren uso exclusivo. Pero ella es así, quiere darle a todo a la vez.
    Bueno, creo que me he extendido demasiado y poco he comentado de tu artículo pero es que también merece la pena hablar de tan buena persona como ella. José Ricardo, gracias por tu artículo, gracias de corazón.
    Besiños palmeiráns.

  7. Prezada Carmen:

    O máis importante para un escritor (ou xuntaletras, como di ese amigo do que xa falei) son os lectores. Para máis a posdata encantoume e creo que ben merecía un detalle pola miña parte. É un privilexio poder ser unha incidencia máis entre esas moitas que tes a cotío. Eses son os espazos verdadeiramente importantes, non os nosos escritos neste blog. Imaxinar a Magdalena subindo ao avión e mandándoche esa fermosa mensaxe: sóubome mellor o café da mañá polo mesmo prezo.
    Volveu gustarme moito o que dis de túa nai. E comparto o teu consello. E intento levalo a cabo. Por moito tempo, agardo.
    Grazas a ti e a Magdalena por “arrastrarte” a este blog.
    Apertas rianxeiras

  8. A poco de llegar apresuradamente a casa para poder ver “Saber y Ganar”, sonó el ruidito del wassap. Era un mensaje de Magdalena desde Santiago, pero antes ya me había enviado otro cuando se dirigía a coger el avión de regreso, mensaje que no había leído porque el martes es mi día más ocupado y el menos adecuado utilizar el móvil. (Hay que ver lo qué os quiere esta mujer que hasta en sus viajes de placer y a través del condenado aparatito os es fiel).

    Como el mensaje es oral y apresurado -subía al avión-, transcribo sólo el final: “Quiero que vayas a leer cuanto antes lo que escribió José Ricardo Losada en Barbantia, porque va dedicado a ti y es una maravilla. Léelo.”

    Te agradezco y me hace muchísima ilusión que hayas dedicado un espacio tan importante a comentar mis pequeños líos. Lo cierto es que estoy saliendo de uno y ya empalmo con otro. Lo importante es qué nunca llega la sangre al río y casi siempre tienen un final feliz. A lo mejor es verdad lo de “Dios ayuda a los tontos.”

    Defines la vida como una tragicomedia… La mía tiene mucho de eso, pero gran parte de lo trágico queda atemperado por lo cómico. Trato de buscar el lado positivo de los sucesos.

    A mi madre la veo muchas noches antes de irme a la cama. Al principio me podía la nostalgia. Ahora me gusta oírla cantar -era una magnífica soprano aficionada- y escuchar sus atinadas respuestas a mis preguntas con picardía. Si algo añoro es no poder darle un buen achuchón y un montón de besos. A los qué aún tenéis madre, os aconsejo que lo hagáis.

    Como a Demócrito, también me gusta ver con los ojos del alma. Para ello sólo necesito cerrar los ojos de la cara y dejarme conducir por los espacios etéreos. Vuelvo a la realidad –a la qué se considera realidad- cuando comienzo a sentirme nostálgica.

    Gracias por tenerme en cuenta, querido profesor. Y a Magdalena por el detalle de avisarme. Lo cierto es que, desde que ella se fue de viaje, no he vuelto a entrar en Café Barbantia.

    Que el 2018 nos sonría a todos.

Deixa una resposta a Magdalena Cancelar a resposta

O teu enderezo electrónico non se publicará Os campos obrigatorios están marcados con *