Xabier L. Marqués. Nin sodes Basquiat, nin Banksy, nin Dubuffet, nin os grafiteiros de Pompeia, nin sequera herdeiros de Pepito Meijón quen, alá polos anos 60, dedicábase a garabatar todas as rochas entre Portocelo e Mogor, imitando a singulariedade dos petróglifos prehistóricos. Non! E eu atópome coa dificultade de achar un cualificativo que vos defina positivamente co fin de comprendervos. E vénme á mente «idiotas», idiota como concepto que evoluíu de persoa normal e corrente a «persoa sen educación ou ignorante». Obvio, á mantenta, o concepto que empregan os médicos: «retraso mental profundo», porque coñezo persoas con idiocia dunha bondade indescriptíbel. Mais uns idiotas coma vós non o entenderiades (que ben senta vos ter asignado un nome…). Idiotas! Profundos ignorantes! O pozo da ignorancia non ten medida. Unha caída nel é interminábel…
Idiotas
E, que é o que resulta tan noxento da vosa excrecencia gráfica? A carraxe polos negros? A consideración de que un ser morto de fame é despreciábel? Haberá que vos explicar o que calquera persoa con sentidiño nin discute? Para que! Vós seguide a crer todo o que queirades. Tanto ten! O que realmente dá noxo é a ausencia total de conciencia da vosa propia condición. E iso, crédeme, resulta aterrecedor porque vos converte en animais que, na súa vida, só se moverán na procura da comida cando estean «mortos de fame». A diferenza cos «negros», os que vós insultades, é que eles non son animais. Vós, si. Velaí a vosa traxedia! E a nosa!
Pido disculpas por haber repetido la entrada , creí que la primera se me había ido “al garete”al enviarla. Lo siento.
“Los ribeirenses conocerán las claves de la escritura creativa con Xabier López Marqués”.
Este titular de La Voz de Galicia, apareció el 20/06/2017/ y aquél mismo día, me puse en contacto con la pertinente administración para apuntarme a dichas clases. El día tres de julio, entré en la sala del Lustres Rivas donde el profesor nos estaba esperando. Creo que entré bastante serena, y si había un ligerísimo indicio de inquietud porque sabía que los demás alumnos ya poseían el título de bachiller y estaban muy por encima de mí, al hablar con Javier, desapareció ese atisbo de desazón.
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Hola, Javier, bienvenido. Me he alegrado muchísimo al entrar en Barbantia y ver tu comentario. Yo también pienso lo mismo que tú referente a las pintadas, son horrorosas. Creo que eres un poquito duro en las calificaciones pero no cabe duda de que es gente con pocos escrúpulos estéticos, y duele ver las aberraciones que cometen con el mobiliario urbano y con esos tintes racistas que da vergüenza ajena leer.
Bueno, en una ocasión vi algo que me hizo gracia. Y para acabar con una sonrisa voy a contártelo: En un comercio tenían un letrero en el escaparate que decía; “TENEMOS ATRILES” y alguien escribió en la fachada del mismo comercio: “Tranquilo, Triles, te rescataremos”.
Nuevamente bienvenido Javier y un beso palmeirán.
P.D. Me ha costado mucho trabajo pero he conseguido “Polos mares das améndoas” ya sé que no te gustan las dedicatorias pero una firmita… ¿Puede ser?
“Los ribeirenses conocerán las claves de la escritura creativa con Xavier López Marqués” Este titular rezaba en un periódico de La Voz de Galicia el 20/ 06/ 2017/. Aquél mismo día me puse en contacto con el Lustres Rivas para apuntarme . El día tres del mes siguiente, entré en la sala donde Javier impartía las clases. Estaba relativamente tranquila a pesar de que sabía que los demás alumnos eran mucho más aventajados que yo porque eran estudiantes de bachiller y otros con estudios más elevados. Fui la primera en entrar y al presentarme a Javier, ese “relativo” nerviosismo, si existía, se esfumó.
Javier, es muy especial en el tratamiento con el alumnado, sabe enseñar y tratar a la gente con un cariño y una sencillez extraordinaria. Lamento que halla sido tan poco tiempo el que tuvimos para estar junto a un especialista tan bueno en dicha materia.
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¡ Hola, Javier! no sabes cuánto echo de menos tus clases. Ha sido una sorpresa inmensa encontrarme hace un rato con tu artículo. ¿ Un poquito duro, no? pero tienes toda la razón. En el país donde yo estuve no había pintadas y un año viniendo para casa en una de las vacaciones, paramos en Orense y me quedé horrorizada al ver que no había un bajo comercial que se salvase de los graffiti, jamás había visto nada igual. Sólo uno me hizo mucha gracia, cuándo lo recuerdo todavía me sonrío, te lo cuento. En un comercio había un letrero en un escaparate que decía: “Tenemos atriles”. Y alguien escribió en la fachada del mismo comercio, “Tranquilo Triles, te rescataremos”.
Un beso, Javier y bienvenido.
P.D. Me ha costado mucho conseguirlo pero, ahora sí, tengo “Polos mares das améndoas”. ¿ Tendré el privilegio de conseguir una dedicatoria ?