Galicia e os galegos na poesía castela LXXI. Manuel del Palacio

manuelRomán Arén. Clarín, crítico literario moi temido entre 1880 e 1900, tiña por “bestas negras” na poesía española a Fernández Grilo e a Velarde, pero ademais afirmaba que en España había dous poetas e medio: Núñez de Arce, Campoamor e, o medio, Manuel del Palacio; fácil versificador e ás veces inimigo de si mesmo por esa facilidade. Presente aínda en antoloxías importantes como a de Jorge Urrutia Poesía española del siglo XIX (Madrid, Cátedra, 2008), Palacio nacera en Lleida en 1831, onde seu pai era militar, pero pasou parte da súa infancia en Galicia, na Coruña, onde estudou náutica, comercio e debuxo, ata a súa marcha a Madrid en 1846. foi deportado por política a Porto Rico pero volveu coa Gloriosa en 1868. Cultivou todos os subxéneros poéticos: narrativo, lírico, popular, pero destacou na poesía satírica. Entre as súas obras destacadas están Melodías íntimas (1884), Veladas de otoño (1884), Fruta verde (1881) e a sátira Clarín entre dos platos (1889). Conservou o apego emocional a Galicia, produto do cal é o poema “La gaita gallega”. Xesús Alonso Montero, no seu imprescindible Galicia vista por los no gallegos (1974) ofrece a versión tomada de <El Eco de Galicia> de Bos Aires de 1901, pero debeu ser moi popular porque eu a atopo outra vez en <Aires da Miña Terra>, tamén de Bos Aires, do ano 1909.

La gaita gallega”

Ya de añoso pinar en lo escondido/ ya en verde prado cuando muere el día,/ ya al tronar de lejana romería,/ ya del festín entre el alegre ruido/ siempre suenan tus notas en mi oído/ cual ecos de una extraña melodía,/ en que fundirse ve mi fantasía/ el arrullo y el canto y el gemido./¡Alma del pueblo! ¡Oh gaita!, me pareces,/ las dos sentís iguales desalientos,/ nostalgias, arrebatos, languideces,/ y en el dolor y en placer tenéis acentos/ que la quietud del mar copian a veces,/ y a veces lo mudable de los vientos.

 

Un comentario en “Galicia e os galegos na poesía castela LXXI. Manuel del Palacio

  1. A Clarín, como crítico parecía que no le gustaba templar gaitas, porque llamarle medio poeta a Manuel del Palacio con ese pedazo de poesía como es “La gaita gallega” es imperdonable. La verdad es que no la conocía, y es hermosísima. Que considerase a Campoamor uno de los dos poetas “completos” no me extraña porque don Ramón era muy bueno.Y ya que va de gaitas si me permites, el asturiano de Navia escribió esta preciosidad: “El gaitero de Gijón”. Ya se está el baile arreglando/Y el gaitero ¿donde está ?/- Está a su madre enterrando/pero enseguida vendrá/Un llanto oculto le abrasa/que es cual plomo derretido/mas como ganan sus manos/el pan para sus hermanos/en gracia del panadero/toca con resignación/el gaitero, el gaitero de Gijón. No vio una madre más bella/la nación del sol poniente/pero ya una losa, de ella/Le separa eternamente. La niña más bailadora/¡Aprisa!-le dice-¡aprisa! Y el gaitero sopla y llora/poniendo cara de risa. Dice el triste en su agonía/entre soplar y soplar/-¡Madre mía, madre mía,/como alivia el suspirar! Y es que en sus entrañas zumba/la voz que apagó la tumba/. Decid, lectoras, conmigo/¿Cuánto gaitero hay así?/Preguntáis ¿ por quién lo digo? Por vos lo digo y por mí./¿ No veis que al hacer, lectoras,/doloras y más doloras/Mientras yo de pena muero/vos las recitáis al son/del gaitero, del gaitero de Gijón?…

    “Este mundo es una gaita con muchos agujeros y hay que templar, templar para que suene bien” puede leerse en Fortunata y Jacinta.
    He disfrutado leyéndote, Román.
    Un abrazo con música enxebre, desde Palmeira.

Deixa una resposta a Magdalena Cancelar a resposta

O teu enderezo electrónico non se publicará Os campos obrigatorios están marcados con *