Culote non vén de cu

CULOTEX. Ricardo Losada. Por problemas no xeonllo, comprei unha bici de spinning. Púxena no salón, e dispúxenme a estreala cunha ilusión de xoguete novo que durou pouco. A pesar do deseño aerodinámico, e dos meus esforzos por buscar un ángulo analxésico nas nádegas, non había forma. O sillín cravábaseme no cu provocándome unha dor moi forte. Custoume o indicible aguantar dez minutos. Así que, tras consultar cos expertos, comprei un culote, un deses pantalóns de ciclista reforzado na zona cero da evacuación traseira.

En canto o probei pensei que aquilo non era para min. O culote recordoume a sensación que tiña de neno cando cagaba polo pantalón. Menos mal, pensei, que non é para andar. Quen me vería pasear escarranchado pola ruta do colesterol. A pesar desa primeira impresión, debo dicir que foi un éxito. O culote permitiume pedalear sen dor ningunha. Pero, por eses fenómenos paranormais que suceden en todas as casas, o culote desapareceu dun día para o outro. Busqueino obsesivamente, pero aínda hoxe non sei onde foi dar. O caso é que me neguei a comprar outro, e decidín abordar a bici de spinning coa mentalidade da miña nenez. Os homes temos cu, non pompis, e pór un culote é de covardes.spinning E hoxe podo dicir con orgullo que, a pesar de que estiven moitos días a piques de tirar o sillín pola ventá, conseguín pedalear unha hora diaria cun pantalón fino de atletismo, sen bragueta!, e sen molestia ningunha.
Por iso agora, cada vez que subo á bici de spinning, pregúntome se non será verdade iso que din algúns críticos do capitalismo. Que, primeiro, crea o produto e, despois, a necesidade. Só así se explica a facilidade coa que me convenceron de que é imprescindible gastar 40 euros nun culote que non necesitaba para nada. E cando baixo da bici, orgulloso da pasta de home duro do meu cu, pregunto se non será verdade iso que din algúns filósofos: que non hai pracer sen dor, e que o pracer que procede da dor é sempre máis pracenteiro. Sei que non é o tipo máis prestixioso para convocar como testemuña, pero poño o meu cu como exemplo de que a resposta a cada unha desas preguntas é afirmativa.

4 comentarios en “Culote non vén de cu

  1. 1- Una vez un cuco hambriento fue a cantar a la puerta de una señora que siempre le daba migas de pan a un canario para premiarle su cante. La señora cuando vio al cuco salió con una escoba y le arreó al pobre pájaro. El cuclillo se quejó delante del canario y este le preguntó ¿ Pero que le has hecho, que yo cuando le canto siempre me da migas de pan? y el cuco contestó : simplemente le canté. Pero ¿ como le cantaste ? y el cuco contestó ¡ cu,cu ! A lo que respondió el canario: – Claro imbécil, ¡¡tu no sabes que se canta con la boca!!
    Me gusta que seas así tan directo profesor.
    2- Tus textos siempre son inmejorables, los espero como agua de mayo. De todas maneras puedes utilizar todo lo que sea aprovechable ( me refiero a lo mio, lo de mi prima se le aprovecha todo, es muy buena escribiendo )
    3- Como el señor Culot es un producto imaginario no cabe la preocupación por tu parte. Su estado quimérico le deja exento de poder pasarte la factura por su franquicia irreal.
    4- ” escorregar ” ¡¡ Coidadiño¡¡ coidadiño coas cousas de comer. Pero… non, por ahí non se come… utilizaréi o eufemismo ? tampouco, vouno a deixar aquí.
    Un biquiño profesor

  2. Queridas Carmen e Magdalena:

    1- Hai moitos anos que intento evitar os eufemismos. Concretamente desde que me dei conta que se dicía “cu” soaba mal, pero se o dicía dúas veces seguidas, é dicir, cu-cu, mesmo podía facer unha canción para nenos: cantaba la rana. Pareceume unha tomadura de pelo.
    2-Tomo notas das vosas anécdotas, epigramas, aforismos e demais comentarios. Sempre melloran os meus textos, e sempre teño a impresión de que acabarei utilizándoos nalgún artigo.
    3-Coincido con vós sobre os textos de Fidel Vidal, eu tamén os disfrutei moito.
    3- Non sabía a orixe da palabra “culote” e agradoume saber que, efectivamente, non vén de cu. Pero quedo un pouco preocupado. Non se lle ocorrerá ao señor Culot denunciarme por incitación a reducir os beneficios da súa patente? Tal e como se está poñendo o mundo, calquera cousa é posible…
    4- Escorregar: Uf!
    Saúdos
    4-

  3. Me consuela saber que no soy la única que está padeciendo ese problema.
    Mi bici la tengo instalada en la terraza –cerrada, eso sí- y allí no llegan los efectos de la calefacción del resto de la casa. Pero ese es un mal menor, porque al cabo de un rato de estar pedaleando ya empiezo a sudar. El sillín tampoco me produce grandes molestias en el orificio anal (que diría Cela), pero sólo cuando visto ropa de tejido normal.
    Lo malo es que compré dos pares de pantalones (uno para “remuda”) de 8€ en un chino: son tan suaves y abrigosos por dentro que no te dan ganas de cambiar de modelo en lo que queda de invierno.
    Lo peor del caso es que la textura externa de los confortables pantalones, de tan sedosa resulta resbaladiza y, en cuanto me siento en la bici, empiezo a “escorregar” y entonces sí que se me clava en el ojo ciego la parte estrecha y abombada del sillín.
    Si mal no recuerdo, debe de andar uno de esos culotes por algún maletero (por suerte tengo hijos que practicaban –y todavía practican cuando disponen de tiempo- el sano deporte del pedal) y mal será que no pueda vestírmelo por encima de los cómodos, aunque resbaladizos, pantalones de los chinos. Para algo ha de servir el estar flaca.
    Mientras leía tu artículo no paraba de reírme. En este idioma todo suena bien y no es necesario echar mano de eufemismos.
    Ahora recuerdo un epigrama de Juan de Iriarte que muy bien puede encajar con algo de lo que dices en tu artículo:

    El señor don Juan de Robres,
    con caridad sin igual,
    hizo este santo hospital
    pero antes hizo a los pobres.

    Boas noites.

  4. Estos días me he reído mucho con las ocurrencias de Fidel y nada más despertarme esta mañana abrí el ordenador porque tuve la corazonada de que habría algo de mi querido profesor, y así fue. Lo leí muy atropelladamente pues me iba para el Lustres Rivas y disponía de poco tiempo. Me marché henchida de gozo y comentándole a José Manuel la singularidad del tema y al mismo tiempo quejándome de que cada vez me lo poníais más difícil para poder contestaros.
    Hace un rato, después de ver Saber y ganar, he vuelto al ordenador para volver a releer “Culote non vén de cu “. No sé si lo he leído tres o cuatro veces y seguro que no será la última. Cuando disfruto con algo, me gusta regodearme y disfrutar de lo leído.
    No sé si sabrás que el invento del culote se experimentó en la isla de Barbados. Allí eran muy aficionados todos – o casi todos- a la bicicleta y un tal señor Culot haciendo gala de su nombre, ingenió el culote. ¡Pero cual fue su sorpresa! que a los pocos meses los barbadenses tuvieron que prescindir de tal invento porque sus partes pudendas se iban quedando lampiñas de tanto pedalear y su toponimia no concordaba con el ingenio del señor Culot ya que los habitantes de Barbados estaban orgullosísimos de llevar tal nomenclatura. Por tanto los barbadenses los exportaron para otros lugares a los cuales su toponimia nada tenía que ver con los resultados contra indicativos del invento en cuestión. El señor Culot continúa cobrando su patente y deseando que muchos despistados lo extravíen por- cuestiones, o sin ellas -de fenómenos paranormales para resarcirse así de lo que deja de embolsar en esa famosa isla que tiene nombre de pelambrera en el mentón.
    Saludos cariñosos profesor.

Deixa unha resposta

O teu enderezo electrónico non se publicará Os campos obrigatorios están marcados con *