Cu cu rru cu cu, filosofía

complex-shit1X. Ricardo Losada. Hai unha pregunta que me fago moitas veces. Como é posible que despois de estudar Filosofía e ler autores como Nietzsche ou Wittgenstein con enorme pracer me gusten series como Dous homes e medio, tan vulgares? Hai meses escribín neste mesmo café unha serie de artigos sobre cus, cacas e cagarrías que me produciron un gran pracer, como escritor e como lector. O outro día lin, tamén cunha enorme fruición, que Wolinski, un dos debuxantes asasinados polo terrorismo islámico da revista satírica francesa Charlie Hebdo, pediulle á muller que, ao morrer, tirase as súas cinzas polo inodoro para seguir véndolle o cu despois de morto. Gustoume tanto que pensei en dicirllo á miña propia muller. Menos mal que do dito (ou do pensado) ao feito hai un gran treito.

Cada vez que penso en cousas así venme á cabeza o filósofo grego Dióxenes (si, o que lle dá nome á síndrome da acumulación de lixo ). Sei que é para calmar a mala conciencia que me provoca ser tan chocalleiro pois Dióxenes, un gran filósofo, tamén o era. Cóntase, por exemplo, que estando un día nun banquete, uns invitados, recordando que el propuña vivir como os cans, tiráronlle uns ósos para que os comese. Dióxenes foi cara os ósos, levantou a perna e mexou enriba deles. É certo que Dióxenes non é un dos filósofos máis coñecidos, pero aínda segue estudándose no Bacharelato como un dos grandes críticos deses valores socialmente dominantes que reprimen a natureza humana facéndonos infelices.

material-de-secadoPero como un é fillo de seu pai e de súa nai, non podo evadirme da educación católica que recibín e ese amor polo escatolóxico vai sempre acompañado dun profundo remorso. Remorso que intento diluír buscando rapidamente, nun caderno creado a tal fin, unha frase, unha anécdota ou un pensamento filosófico ou literario sublime, entendendo aquí sublime como un antónimo de escatolóxico. Así, para este artigo dei cunha frase de Jeanette Winterton: “Iso é o que a literatura ofrece: unha linguaxe suficientemente poderosa para dicir as cousas como son. Non é un acocho, é un lugar de encontro”. Pero, síntoo por meus pais, non teño remedio. Xusto despois de escribir frase tan fermosa veume á cabeza Wolinski e o seu lugar preferido de encontro póstumo con esa muller que en vida tan romanticamente amaba. E, que queredes que vos diga, aínda me fixo máis graza.   

7 comentarios en “Cu cu rru cu cu, filosofía

  1. Como veo que lo que escribí ayer se fue al garete, (al enviarla desapareció pero pensé que resurgiría y no ha sido así) voy a escribir unas líneas para deciros que la cita del río yo la conozco por Tagore y se refería al agua del río. Lógicamente en el mismo río podemos bañarnos un ciento de veces, en la misma agua, solamente una. Y ahora quiero hacer alusión (el otro día me olvidé) al simpático título “Cu cu rru cu cu, filosofía”.
    Hace años, jugaron un partido amistoso de fútbol los mexicanos con los soviéticos. Éstos últimos, llevaban en sus camisetas el acrónimo de la Unión de Repúblicas Socialistas. Como sabes, las siglas eran CCCP. Cuando los mexicanos los vieron con ese atuendo comenzaron a aplaudir y fueron a darles las gracias por tener la deferencia de grabar en su ropa el “cucurrucucú, paloma” de la canción que tanto los caracterizaba.
    Bueno, besiños palmeiráns para Rianxo y para los madriles, acompañados de un “aturuxo” a modo de cu cu rru cu cu.

  2. Querido profesor:

    Vamos a ver que puedo responderte a las tantas de la noche… Para mí resulta inevitable escribir a estas horas. Es mi sino.
    He tenido que leer de nuevo mi comentario para discernir en qué consiste la “desintegración” de la seriedad y el humor… No se trata de disgregar sino más bien de no saber expresar adecuadamente -no progresar adecuadamente, sería más correcto- lo que una piensa, resultando lo que escribes algo muy distinto a lo que pretendes decir.
    Das por hecho que conozco la vida y costumbres de muchos filósofos… Pues no es así (como decía mi madre, ya centenaria: “¡Qué más quisiera yo!”). A pesar de haberme leído y mantener todas -o casi todas -las vidas paralelas que escribió Plutarco, a Parménides y otros presocráticos -muy de pasada, claro- lo único que conservo es un terrible cacao mental. Sin embargo de Heráclito sí recordaba la cita que haces del río, que repite Gerardo Diego -y otros- en su Romance del Río Duero.
    “Todo fluye… El devenir perpetuo regido por el Logos”, para mí, con mayúscula. Me encanta su filosofía de la lucha de los opuestos: destruir y construir… Cada uno que la interprete como Dios le dé a entender.
    A la pregunta que me haces te respondo que no me parece la manera más delicada de referirse a la mujer amada y muerta, por añadidura. Pero es mi opinión, seguramente rebatible. No puedo decir otra cosa. Mejor acláralo tú que no te han de faltar recursos… Querido profesor, no me líes.
    Al principio he picado con lo del poema maravilloso. Por más que miraba sólo veía un pareado que surgió sin enterarme. Pronto me he dado cuenta de que los piropos -a los que me uno- iban dirigidos a Magdalena. No podía ser de otra manera.
    Y ahora muy bajito: te sugiero que no utilices demasiado el vocablo pompis, no sea que te tomen el folio cambiado…
    Un abrazo, querido profesor. “E o chiste é caralludo abondo”.

  3. Buenas tardes, querido profesor:
    Ese chiste “caralludo” al que te refieres, a no poderse bañar uno en el mismo río dos veces, yo lo interpreto a que nadie puede bañarse en la misma agua.
    Me olvidé de decirte que el título hace honor al artículo, está muy simpático. A mí me da pié para contarte que en una ocasión la selección rusa fue a jugar a México y en las camisetas llevaban el acrónimo de “Unión de República Socialistas Soviéticas” CCCP. Y cuando los mexicanos vieron esa abreviatura en las camisetas empezaron a aplaudir y a cantarles el “cu cu rru cu cú, paloma” pensando que ese era su significado en deferencia al pueblo mexicano.
    Besiños palmeiráns.

  4. Prezadas Carmen e Magdalena:
    No meu comentario anterior mesturei os vosos comentarios. Supoño que o meu
    inconsciente aplicou aquilo de Monten tanto, tanto monten, Magdalena como Carmen. Coñecéndovos un pouco, non creo que vos importe o erro. E se vos importa, desculpade: os anos, xa se sabe. Non todo o mundo os leva tan ben coma vós.
    Quedo coa curiosidade de coñecer ese razoamento lóxico sobre a ocorrencia de Wolinski.
    Si, a vida da Winterton… Acabo de ler Escrito en el cuerpo. Altamente recomendable.
    Respecto á proposta de Wolinski, a min o que menos me gusta é a incineración. Complementos nitroxenados, si; achicharrado, non.

    Apertas rianxeiras

  5. Prezada Carmen:
    Estou de acordo contigo na importancia da variedade. Pero tamén creo que non se trata de opoñer seriedade e humor senón de integralos. Por que optar por un ou por outro cando os dous son conciliables e poden vivir no mesmo cuarto ou na mesma frase? Non invento nada. Como ti ben sabes, era o que dicía Heráclito. Por iso eu non creo esa lenda que o describe como escuro e rabudo en oposición ao risoño Demócrito. Só con saber que se foi vivir a unha cova, renunciando a todos os privilexios de clase, por odio aos veciños, chega para deducir que era un tipo cun gran sentido do humor que os veciños non collían. Ninguén pode bañarse dúas veces no mesmo río: non me digas que non é un chiste caralludo!!!!
    De acordo contigo tamén no tema dos eufemismos. Pero para todo hai unha excepción. O meu primeiro amor infantil dicía pompis. E pompis é, para min, unha palabra fermosísima. É certo que nunca a utilizo (curioso: por pudor), pero cada vez que digo cu, penso pompis. É unha tradución simultánea á que me acostumei. De feito cada vez que escoito esa fermosísima canción cantada por Caetano Veloso (Cucurrucú, paloma) penso en pompis. (Quede entre nós a confesión).
    O poema e a frase final, marabillosos.
    Grazas e moitas apertas

  6. Querido profesor:

    “En la variación está el gusto”, solemos decir. Como en todo lo demás, la mente a veces pide a voces un cambio de “chip” si la saturamos de temas serios. Y no digamos cuando éstos sufren (o gozan, perdón) de unos índices de sapiencia tan elevados que te obligan a acudir a informarte con lo que tengas a mano si no quieres quedarte “in albis”.
    Me pregunto por qué todavía hoy ese rubor al hablar de la mierda… (Perdona lo escatológico del inciso, pero ¡qué placer cuando se evacua a gusto!).
    Tenía un librito (creo que lo comenté alguna vez en este blog: “Coprógenas. Páginas turbias”) con el qué me reí mucho en mis años mozos y del qué memoricé algunos poemas. Con el tiempo desapareció el libro en cuestión (suele ocurrir) y más tarde comprobé que se podía leer su contenido completo en el bendito ordenador.
    No quisiera llegar a los extremos de Diógenes, pero sí como le decía una amiga a mi madre cada vez que cumplían años: “Carmen, hay que envejecer con elegancia”. En lo referente a temas escatológicos soy de la misma opinión que la amiga de mi madre, pero huyendo siempre de eufemismos cursis. En ocasiones es mucho mejor llamar a las cosas por su nombre y no andar con florituras ridículas.
    Te aseguro que, aun considerándome católica practicante, los temas relacionados con la caca no me dejan “remorso”. Encuentro sin embargo un tanto fuera de lugar la ocurrencia de Wolinski por muy humorista que fuese -razonarla con lógica ocuparía demasiado espacio-. Para enmendar la plana, has echado mano una estupenda frase de Jeanette Winterton… Pero, ¿y si a tu padre se le ocurre bucear en la vida privada de esta escritora…? A mi entender, peor el remedio que la enfermedad.
    Me encantan tus artículos, profesor. Filosofar con humor es una delicia para el lector.
    Un abrazo.

  7. Hoy, como cada jueves, tuve clase de memoria y hace escaso rato que me senté en el ordenador, (lo tengo en la habitación) y desde el salón, J.M. al escuchar mis carcajadas me dijo: “Ya sé quien escribió”.¡ Y acertó!
    Me ha parecido muy… ¿original? bueno, la verdad no sé como calificar la demanda de Wolinski a su mujer. Yo creo que también prefiero que me incineren pero, recibir complementos nitrogenados encima de mis de mis demolidos y achicharrados huesos, eso, no, no.
    Lo que cuentas del más famoso de los cínicos es muy verosímil en él. Cuentan que un día lo visitó Alejandro Magno el cual se colocó delante del sabio y le preguntó si deseaba alguna cosa él, se la concedería. Diógenes contestó al gran General: “Sí, que te apartes un poco y no me tapes el sol”.
    No sientas remordimientos por hablar de lo escatológico. El mago del humor surrealista se llamaba Luís Sánchez Polack. En su libro “Romances de Mio Tip” se pueden leer poemas divertidísimos, ahí va alguno:
    “¡Quién de ustedes no ha sufrido /ese momento fatal/alguna vez en su vida/del apretón corporal? /Estás solo,desvalido/llorando a todo llorar/y apretando vas las nalgas/que te impiden el andar./Mas de pronto en una casa,/ves que está abierto el portal,/y penetras como un loco/porque ya no puedes más./Y allí, sin más circunloquios/sin ningún otro pensar,/te colocas en cuclillas/y, ¡carrasclás, carrasclás!

    Aquí lo dejo, querido profesor, creo que a Sánchez Polack, la dueña de la casa lo cogió infraganti porque al día siguiente venía un titular en la Vanguardia que decía: “Enfermo de aerofagia detenido por pedofilia”.
    Besiños palmeiráns.

Deixa unha resposta

O teu enderezo electrónico non se publicará Os campos obrigatorios están marcados con *