Marina Losada Vicente. -Non apures a teu tío, neno, non ves que mal anda, todo encollidiño polos gastados que ten os ósos?
-Entón o tío toma pouco leite, avoa?
-Cando era neno, non había! Xa cho dixen!
-Non había vacas?
-Demo de rapaz, non pararás de preguntar? E deixa de tirar del, que non pode máis o home, con tanto que lle doe o corpiño todo!
-Por que sabes que lle doe, avoa, o tío non se queixa?
-Se calaras un pouco, poderías escoitar renxer os seus xeonllos! Ao andar van facendo crac, crac, crac. Atende, anda. Se prestases atención, podería oír os seus ósos a bater o un contra o outro. Iso ten que doer moitísmo!
-Non te preocupes, avoa, que non lle doe! El non se escoita, non dis que é xordo?
Marina:
Todos los dolores cuando son fuertes, son importantes. Todo depende del lugar donde estos se instalen. Y yo los he tenido horribles, pero gracias a Dios y al buen trabajo de los “galenos”…, aquí estoy.
Al igual que tú, y el resto de los “cafeteros”, echo de menos a Magdalena por la cafetería. Para mí es alguien muy especial porque la aprecio y quiero mucho.
Yo estoy en constante contacto con ella, pero su aparición por aquí, no puedo precisarla.- Sin duda que ella lo comunicará en su momento.
Feliz noche de Reyes Magos. Con un beso, desde Palmeira.
P/D: Esta vez me he pasado no sé cuantas calles. Digo esto porque por tu entrada de Xaquín, o Cachiman- home cachas-, te he puesto otra entrada. Disculpa.
Encantada de que “me poñas entradas”, Naty. Dalle unha aperta moi grande a Magdalena e que volva por aquí cando se atope con ánimo. Remataron as festas. A volta á normalidade pode darnos o acougo necesario. Bicos
Os rapaces son o perello!
Certo, teñen moito de trasno. Saúdos
¡Qué risa Marina! Llego a pensar que tienes un gran sentido del humor. Te digo esto porque creí que la “patente” la tenía una servidora. Es broma.
Hace años cuando escuchabas a los abuelos quejarse de sus dolores reumáticos, te preguntabas: ¿Cómo será ese tipo de dolencia? ¿Por qué todos se quejan de las mismas partes de su anatomía?
Ahora que una llegó a cierta edad, aunque no se note demasiado…, se da cuenta de los dolores; mucho más, como tu bien dices, cuando hacen crac, crac, crac. Y es verdad porque ahora cuando me levanto de la cama; muevo las rodillas y giro el cuello… Todo me hace ¡CRACK!, llegando a una conclusión: “No estoy vieja”… ¡Estoy crujiente!
Lo bueno del abuelo es que, como dijo el nieto…, “non lle doe, porque é sordo e non escoita”.
Te felicito por tus ocurrencias. Nos haces reír siempre. Y en otras nos mantienes con mucha atención hasta el final.
Mi recuerdo desde Palmeira.
Alégrome de facerche rir. Tamén eu rin co de estar “crujiente”, aínda que a dor de artrose é cousa ben seria. Bicos, Naty. E bicos tamén para Magdalena, á que desexo de corazón que sinta de novo ganas deste café.